Mazda CX-50, Reto Mixteco

Mazda CX-50, Reto Mixteco

Mazda CX-50 es un SUV con enfoque versátil diseñado para adaptarse a diversos retos y estilos de vida, brindando un rendimiento y confianza en el manejo que te lleva hasta donde te propongas.

Para evaluar las capacidades de la Mazda CX-50, realizamos un recorrido por diferentes estados del sureste mexicano, particularmente en la Sierra Mixteca para apoyar a Sebastián Miranda, un ciclista de larga distancia, que necesitaba un auto guía para recorrer durante varios días estos caminos, así manejamos el Mazda CX-50 Reto Mixteco.

El Reto Mixteco a bordo de la nueva Mazda CX-50 abarcó un recorrido de más de 1,500 kilómetros a través de las carreteras de Puebla y Oaxaca. Este trayecto permitió una evaluación exhaustiva de la tecnología proporcionada por el vehículo, la cual se orienta hacia la mejora de la conectividad con un enfoque en la intuición y la seguridad.

Gracias a sus destacadas características dinámicas, la travesía con Mazda CX-50 Reto Mixteco por carreteras sinuosas resultó sencilla, con un motor turbo de 228 hp y 310 lb-pie de torque, de la mano de un manejo preciso y refinado para las condiciones de los caminos.

En carretera, la dirección precisa y comunicativa se convierte en una aliada esencial para afrontar curvas con seguridad, al igual que la calidad de la marcha, ya que la cabina está bien insonorizada y la suspensión absorbe eficazmente las irregularidades del terreno.

Mazda CX-50, Mi Drive para diferentes necesidades

El modo off-road de la Mazda CX-50 facilita la conducción en caminos sin pavimentar, y su despeje libre al suelo de 210 mm proporciona seguridad al superar obstáculos sin dañar el vehículo.

La suspensión muestra una mayor robustez en comparación con otros modelos de la marca, lo que le permite enfrentar terrenos complicados de manera más eficaz en diversas aventuras.

Además, el sistema de tracción integral ofrece ventajas en una variedad de terrenos, no solo proporcionando tracción en superficies complicadas o resbaladizas, sino también brindando confianza al conducir en autopistas con curvas, al distribuir la fuerza de manera equitativa entre las ruedas para prevenir derrapes.

A diferencia de otros vehículos Mazda equipados con este sistema de tracción integral, en la Mazda CX-50 se envía una pequeña cantidad de torque de manera constante a las ruedas traseras, lo que mejora la estabilidad en general.

Además, el generoso espacio interior y de carga de la Mazda CX-50 resultó de gran utilidad, permitiendo a Sebastián transportar su bicicleta Cipollini a diferentes puntos de la ruta. Cabe destacar que los materiales utilizados en la cabina de la CX-50 son resistentes y fáciles de limpiar, lo que resultó especialmente beneficioso en situaciones en las que la bicicleta estaba sucia o mojada al cargarla en la camioneta en el Mazda CX-50 Reto Mixteco.

En el modo Normal el sistema busca una entrega pareja del torque en todas las ruedas para también buscar el máximo equilibrio en el manejo y consumo de combustible.
El sistema lo elige automáticamente pero el conductor es también capaz de seleccionar el modo de manejo sin tener que detener el vehículo
El modo Sport incluso cambia la imagen del clúster de Mazda CX-50 con vivos en color rojo para mostrar un carácter más adecuado a una conducción para caminos de curvas, por ejemplo y permite una entrega de par más cerca de corte de inyección, manteniendo el cambio y con un sonido más robusto y emocionante del motor.
Con el modo Off-Road el sistema maximiza la entrega de par al eje posterior y modifica la respuesta del G-Vectoring Control (GVC) y el control de tracción para permitir que el auto traccione mejor en caminos maltratados, curvas e incluso deja que se sienta como un auto no tan perfecto pero con sabor en terracería.

Asistencias efectivas y precisas

Otros aspectos centrados en la seguridad se encuentran en los faros de tecnología LED de alta calidad, especialmente eficaces en situaciones de visibilidad adversa. El sistema de control de luces en carretera mejora aún más esta funcionalidad, ya que tiene la capacidad de activar automáticamente las luces altas y desactivarlas al detectar la presencia cercana de otro vehículo, evitando así posibles deslumbramientos.

La pantalla de 10 pulgadas de la unidad ofrece compatibilidad inalámbrica con Apple CarPlay y, a través de un cable, con Android Auto. Sin embargo, incorpora detalles que facilitan la interacción sin distracciones, permitiéndonos mantenernos conectados sin apartar la atención de la carretera. Uno de los aspectos más destacados es el mando giratorio en la perilla, que posibilita el acceso a diversas funciones y menús prácticamente sin apartar la vista del camino.

Si bien la unidad es táctil, esta función se desactiva cuando el vehículo está en movimiento para evitar posibles riesgos de accidente. En su lugar, el mando del HMI (Interfaz Humano-Máquina) nos permite navegar de manera precisa, con la certeza de cuántos giros o clics se requieren para acceder al menú deseado, sin causar distracciones.

Además, la Mazda CX-50 tiene un display de información frontal a color que proyecta información clave en el parabrisas, de modo que no hay ni siquiera que mover la mirada al cuadro de instrumentos digital para obtener la información más valiosa, como la velocidad o las instrucciones de la navegación.

La suite de asistencias avanzadas a la conducción, también conocida como ADAS por sus siglas en inglés, ofrece una amplia gama de funcionalidades, pero es importante destacar que, además de velar por la seguridad del conductor, su actuación se mantiene discreta y no causa molestias.

Durante el trayecto nocturno entre Oaxaca y Puerto Escondido, el sistema de control de luces en carretera resultó de gran utilidad, activando automáticamente las luces altas siempre que no detectaba la presencia de otro vehículo para evitar deslumbramientos. En entornos urbanos, la función de frenado inteligente contribuye a prevenir o reducir la gravedad de las colisiones causadas por distracciones.

Carácter propio

La Mazda CX-50 es la SUV de Mazda diseñada con un enfoque aventurero, adoptando la filosofía de diseño Kodo que caracteriza a la marca y que ha recibido reconocimientos, pero adaptándola de manera única para un vehículo con capacidades destacadas en manejo off-road.

Su parte frontal presenta una imagen de carácter agresivo, destacada por los faros de LED y superficies cuidadosamente esculpidas. La parrilla, en color negro, rodea una gran parrilla de forma trapezoidal que exhibe atractivas texturas y pliegues.

A pesar de las diferencias, resulta interesante observar que la parte delantera de la CX-50 conserva elementos reconocibles de la identidad de diseño de Mazda, compartiendo características de la filosofía Kodo con otras SUVs de la marca, como la CX-30 y la CX-90, y también con el Mazda3.

El costado es tradicional el Mazda, por los paneles planos y sin pliegues elaborados que ayudan al interesante juego de luces y sombras de la carrocería, pero adornado con unos pasos de rueda ensanchados y terminados en color negro para proteger al resto de la carrocería de rayones o golpes.

Además, tiene unos rines de 20 pulgadas con llantas 245/45 que son coherentes con las proporciones del coche y tienen acabado bitono.

La parte trasera de este modelo, uno de los más anchos jamás producidos por Mazda, presenta una apariencia sólida, acentuada por la salpicadera trasera y un pliegue que amplía su volumen hacia la parte posterior. La compuerta trasera luce un diseño limpio, con toques en color negro y un difusor inferior adornado con detalles satinados.

Para Mazda CX-50 hay tres nuevos colores: Arena (Zircon Sand), Azul Metálico (Ingot Blue) y
Blanco perla (Wind chill pearl).

Se ofrece en una sola versión Signature AWD por 865,900 pesos.

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