¿Los combustibles sintéticos pueden salvar al motor de combustión y ayudar al mundo?
Es habitual escuchar que el futuro de la movilidad está en los vehículos eléctricos y en los que serán impulsados por hidrógeno. Sin embargo, la situación de muchos países en donde la infraestructura eléctrica no crece como se espera existe la pregunta ¿No es demasiado pronto para abandonar los motores de combustión? Y la respuesta es sí, pues hoy en día gracias a los grandes avances de la química se puede tener combustibles sintéticos, y tienen el potencial de ser una alternativa viable, para alimentar los motores de combustión, en lugar de los combustibles tradicionales que conocemos.
Aunque la electrificación en los coches parece ser la solución al calentamiento global, no plantea una solución total de movilidad para países en tercer mundo o donde es complicado generar electricidad De fuentes renovables.
Para esas naciones la solución es seguir usando autos de combustión siendo impulsados por un combustible líquido sintetizado a partir de materiales orgánicos, sostenible y neutro en carbono. Esto lo han dicho muchos expertos a nivel mundial, y de paso ayudaría de forma más rápida a reducir las emisiones de CO2 al ambiente.
Esta idea es viable, relativamente fácil de hacer y ya existe la infraestructura ¿A qué nos referimos? Bueno las grandes firmas automotrices y los productores de petróleo tienen todo el potencial económico para invertir en el desarrollo de los mencionados combustibles sintéticos. La producción no es complicada y ya se tiene toda la base para distribuir el combustible: las gasolineras.
¿Hoy en día hay combustibles sintéticos y marcas automotrices que los usen?
La respuesta es sí. El Grupo Volkswagen es uno de los fabricantes que llevan un par de décadas trabajando creando combustibles sintéticos. Porsche, que forma parte del Grupo VW, es uno de los últimos que lo demostró en un proyecto de carreras.
Por otro lado también Mazda, pues en 2021 se convirtió en el primer fabricante de automóviles en unirse a la eFuel Alliance, y está muy interesado en el tema.
Al igual que Porsche, se ha lanzado a la pista de carreras para ayudar a desarrollar y promover el uso de combustible sintético. Un motor diésel Skyactiv-D de 1.5 litros, en lugar de un motor de gasolina, ha estado impulsado un Mazda 2 preparado para la competición. Se pudo apreciar en la Serie Endurance de 2022 en Japón.
El mencionado auto nipón funciona con Susteo, un combustible sintético suministrado por su socio Euglena, y las materias primas necesarias para fabricarlo son aceite de cocina usado (90%), y aceite y grasa extraídos de las microalgas, llamadas euglena, en un 10%.
Este combustible es neutro en emisiones de CO2, porque las plantas que lo producen se alimentan del CO2 de la atmósfera durante su crecimiento. Sin embargo, el objetivo es pasar totalmente a las algas como fuente para crear el combustible. Puede cultivarse en terrenos no aptos para la agricultura y no compite con la producción de alimentos.
La información necesaria para hacer este análisis fue tomada del sitio Autocar.