McLaren W1, el deportivo más rápido y potente de la marca
El McLaren W1 es el híper auto que toma la batuta del P1 como el más capaz en el portafolio de la marca, 10 años más tarde y que eleva los estándares para competir con los futuros híper autos híbridos de Ferrari y de Porsche, simulando lo que muchos conocieron como la sagrada trinidad en la década pasada, compuesta por el ya citado P1, el Porsche 918 Spyder y el Ferrari LaFerrari.
El McLaren es el primero en llegar los números serán difíciles de superar, ya que el tren motor híbrido está compuesto por un motor eléctrico y por un V8 totalmente nuevo, con un total de 1,258 hp y 988 lb-pie de par, convirtiéndolo en el auto de calle más potente en la historia de la marca.
Además, gracias al enfoque obsesivo en la reducción de peso, es solo un poco más pesado que el P1, con 1,399 kg, cifra similar a la de autos compactos como un Volkswagen Jetta o Mazda3. Un punto importante es que McLaren no empleó un complejo y pesado sistema de tracción integral, enviando toda la furia del V8 al eje posterior, como un tributo a su herencia en competición.
Números de infarto para el nuevo McLaren W1
La aceleración de 0 a 100 km/h cuenta una parte de la historia, pues con 2.7 segundos en este apartado queda rezagado por la capacidad de solo dos ruedas tratando de poner toda la potencia en el suelo. Una métrica más adecuada la dan los tiempos de 0 a 200 y de 0 a 300 km/h, con 5.8 y 12.8 segundos, respectivamente. No es tan rápido como el Bugatti Tourbillon y su V16 electrificado de 1,800 hp, pues ese puede alcanzar 300 km/h en menos de 10 segundos, pero seguro será competente un peldaño abajo con los nuevos desarrollos de Ferrari y Porsche.
La velocidad máxima está limitada a 350 km/h, suponemos que por los neumáticos, y queda muy lejos de los 445 km/h del Tourbillon, aunque es tres segundos más rápido que el Senna en Nardo.
Como era de esperarse, el protagonista de la experiencia es el nuevo V8 MHP-8, todavía con orígenes en un motor de competición de los ochentas de Nissan. El V8 twin-turbo por sí solo entrega 916 hp de 4.0 litros de desplazamiento, gracias en parte a la configuración del cigüeñal plano que le permite girar a 9,200 rpm, la construcción de aluminio y a que la carrera del cilindro está recubierta con plasma para mitigar la fricción con los pistones.
Con el sistema de inyección directa, que envía combustible al motor a una presión de 350 bar y le permite mantener las emisiones contaminantes bajo control, consigue la impresionante cifra de 230 hp/L.
Un sistema híbrido compacto y ligero, pero muy potente
El resto del tren motor es, al menos, igual de relevante. Los componentes híbridos son más ligeros que en el P1 y el e-modulo usa tecnología tomada directamente del equipo de Fórmula 1 de McLaren. El componente eléctrico complementa al motor de combustión con 342 hp e integra al motor y la unidad de control como una sola, ahorrando espacio en el chasis.
La batería que da energía al motor eléctrico es de solo 1.384 kWh de capacidad, pequeña si consideramos que la de una Hyundai Tucson HEV es de 1.49 kWh y que la del Tourbillon es de 25 kWh. La autonomía en modo eléctrico es menor a tres kilómetros, pero puede conectarse a fuentes externas con un cargador a bordo, además de recargarse a través de la regeneración.
El motor eléctrico es el encargado de proveer la marcha atrás y de arrancar al auto luego de periodos largos de no usarse, para no depender de la batería auxiliar de 12 voltios. Lo que no es eléctrico son los sistemas de frenos y dirección; ambos son hidráulicos para no sacrificar un ápice en tacto.
Los elementos visuales en la fascia delantera, combinados con una serie de superficies, aletas y branquias están diseñados para ayudar con la aerodinámica, tomados del brazo de competición de McLaren. La aerodinámica activa es menos F1 y es similar a lo que ya vimos en modelos como el Senna o el 765LT.
La función siempre por encima de la forma
El McLaren W1 puede cambiar de forma al llegar a la pista, pues los alerones delanteros y traseros entran en acción al activar el modo Race. La parte posterior tiene lo que McLaren llama “Active Long Tail”, pues el alerón posterior extiende el área de acción del difusor y actúa como freno aerodinámico y como el sistema DRS de un auto de Fórmula 1. Y es la parte baja de la bestia la que da el efecto más eficaz de suelo.
En modo Race, el W1 reduce la altura libre al suelo en 37 mm en el frente y en 17.8 mm atrás y el sistema Active Chassis Control III puede generar 350 kg de carga aerodinámica en el frente y 650 kg sobre el eje posterior, alcanzando una tonelada en curvas a alta velocidad.
Todo lo demás se moldeó tomando en cuenta los deseos de los diseñadores, con compromisos visuales y ergonómicos en pro del mayor desempeño posible, pues la suspensión delantera se diseñó para no impedir el flujo de aire. Los asientos son fijos y lo que se ajusta para llegar a la posición de manejo adecuada son los pedales, volante y otros controles.
McLaren le puso un precio de 2.1 millones de dólares al W1, unos 40 millones de pesos al cambio, pero hay una larga lista de opciones de personalización cortesía de McLaren Special Operations (MSO), lo que hace que, en teoría, ninguno de los 399 autos que se producirán serán iguales. Por cierto, puedes tener el dinero en la mano (o en la cuenta bancaria, parece más práctico) para comprar uno y aun así no podrías tenerlo, porque ya están todos vendidos.
