Kia K4 2025: contacto de manejo
Kia K4 es el reemplazo del Forte y toma ahora este nombre debido a una nomenclatura global de la marca; por desgracia eso no nos da esperanza de que veamos el sedán mediano K5 en México, pero esa es otra historia.
Esta nueva plataforma, estrenada por el grupo en la nueva generación del Niro y con los Hyundai Elantra y Kona, mejora en todos los sentidos los puntos importantes para este segmento: habitabilidad, eficiencia y manejo.
Los sedanes compactos en México son autos muy valiosos para nuestro mercado porque solucionan múltiples necesidades de los hogares, y el nuevo Kia K4 apuesta particularmente por sumar en dos rubros muy importantes.
Kia K4 ofrece uno de los espacios más amplios del mercado
Lo que más me llama particularmente la atención es el espacio. Esta nueva plataforma le permite crecer de tamaño hasta los 4.7 m de largo, echando además, las ruedas lo más lejos posible del centro permitiendo dos cosas adicionales: bajar el centro de gravedad, que eso da como resultado un manejo más estable e incluso agradable en zona de curvas, y favorecer y mucho el espacio en todas las plazas.
Mido 1.90 m y tengo particularmente las piernas muy largas, el recorrido del asiento del conductor es tan amplio que el tablero me puede llegar a quedar lejos. Colocado como debo, el espacio atrás es incluso mayor que en las SUVs de gran tamaño de la marca, amplísimo.
Además, el diseño, que en el K4 es particularmente llamativo, tiene una caída muy particular del poste C, casi como de fastback, lo que favorece también el espacio para cabeza en las plazas traseras y al mismo tiempo alarga la trasera del coche para también favorecer la cajuela con 508 litros de capacidad.
Motor, caja y plataforma del Kia K4, de lo mejor en la marca
Kia tiene claro que este auto será una de sus cartas fuertes, estiman nada más vender alrededor de 18 mil unidades cada año. Fabricado en México, le permite a la marca jugar con hasta siete versiones incluyendo una de entrada con caja manual por menos de 400 mil pesos.
Todas las versiones, salvo la GT Line Turbo, echan mano de 4 cilindros de 2.0 litros con 147 hp y 132 lb-pie, pero lo valioso es que Kia decide ofrecer por lo menos dos opciones con caja manual que le permiten precios muy competitivos: la L en 399,900 y la LX con más equipamiento desde 414,900 pesos.
La caja es manual de seis o la IVT que ya conocemos de la marca que me parece de las mejores aplicaciones de caja CVT que hay en el mercado.
Si bien la versión EX que manejamos tenía modos de manejo (Eco, Normal y Sport), la sensación de conducción de esta caja con 8 cambios simulados es muy parecida a la de una tradicional.
Es rápida, cambia con mucha rapidez cuando pisamos a fondo para un rebase, pero además es mucho más silenciosa en esta aplicación con el K4 lo cual se agradece enormemente.
Además, está muy bien ajustada para que, en condiciones de exigencia, el cambio siempre caiga en la zona justa de entrega de par máximo del motor que, si bien no es mucho comparado con rivales directos, es suficiente para rodar a buenos ritmos.
No tenemos paletas de cambio detrás del volante, pero sí cambios en la palanca que sí nos dejan jugar un poco y el acoplamiento de este tren motor con el bastidor es muy efectivos.
Como mencionaba la enorme distancia entre ejes favorece mucho a la conducción, se siente muy estable, bien apoyado y eso que las llantas no son de renombre, aunque son unas Nexen tope de gama que sí favorece también a ser menos ruidosas. Ya veremos en nuestras pruebas del Test Técnico cómo se comportan, pero aquí cumplen también en durabilidad por los baches que nos hemos topado, punto importante.
La dirección particularmente me pareció equilibrada entre confort y precisión; la meta del auto no es ser el más preciso en curvas, pero se disfruta y no cansa en ciudad con una dureza que no se necesita.
Solo me resta contarles de la sensación y percepción interior, no me mataron los materiales, los sentí bien pero quizás algunos, en esta versión intermedia, por debajo de sus rivales más directos como Mazda3 y la actualización del Jetta.
El ensamble es muy bueno, de eso no tengo queja, pero algunos materiales de las puertas me da la sensación que se pueden rayar fácilmente y los plásticos sobre el tablero son muy brillantes y con el sol a pleno se reflejan demasiado sobre el parabrisas.
Rivales como Mazda3 y VW Jetta
Por precios, el Kia K4 cubre justo todas las opciones que vemos en modelos como el Mazda3 y VW Jetta; el primero tiene un rango de precios entre los 390 mil y los 545 mil pesos, con tres opciones de motores, desde el MHEV con 153 hp, el 2.5l con 186 o el Signature Turbo con 227 caballos.
En espacio el K4 es superior, así como en algunas asistencias a la conducción, aunque es menos potente y la caja IVT puede no ser del gusto para todos; el consumo, también debería ser mejor en el K4 aunque en manejo, precisión y comunicación considero mejor al Mazda.
Jetta dejó de lado las cajas manuales y no lo es tanto por el tema de conducción entusiasta, sino porque el rango de precios es mucho más corto y alto que en el K4, desde los 438 mil pesos y hasta los 554 mil pesos para la Sportline.
En espacio son similares, en manejo el turbo del Jetta es muy atractivo, así como una plataforma que ya conocemos muy confiable pero que se coloca por encima del Mazda3 Signature y muy cerca del GT Line Turbo de K4 con 190 caballos, que ese llegará en octubre.
La oferta del K4 es amplia, solo creo que tiene un par de puntos a considerar para quien busque este auto: el diseño puede que no sea para todos, a mi me gusta y mucho, me agrada que una marca se atreva a ser tan radical y además sí tiene el nuevo lenguaje de diseño de Kia, pero para gustos los colores.
Y los interiores, puede ser que el volante asimétrico no sea para todos y que algunos plásticos puedan no envejecer muy bien, pero eso lo sabremos más adelante.