Fabricantes chinos aprovechan plantas abandonadas en Rusia

Rusia invadió Ucrania hace casi tres años y las consecuencias geopolíticas fueran muchas, pero una de ellas fue que los empresas japoneses, alemanes y estadounidenses pararon la producción y dejaron sus plantas en aquel país como medida de presión política y económica. Esto dejó un vacío en el mercado ruso por productos diversos, desde comida rápida hasta automóviles.

Uno de los grandes ganadores de esta reacción fueron los fabricantes de autos chinos, que según reporta Reuters están ganando tracción en Rusia y ya tienen el 50% de las ventas de autos nuevos. La demanda por sus coches los llevó a producir en Rusia, tomando las plantas abandonadas por los fabricantes occidentales.

Citando a personas que conocen la cuestión, Reuters reporta que Chirey (Chery) ya está produciendo autos en plantas abandonadas por Mercedes-Benz, Nissan y Volkswagen. Sin embargo, parece que el papel de estas plantas rusas para Chirey es limitado, pues sirven solo para ensamble final y los autos están prácticamente terminados cuando llegan.

Esta medida puede ser para saltarse los aranceles que tienen los autos chinos en Rusia, pues al terminarlos localmente ya no cuentan como vehículos importados. Chirey controla el 20% del mercado de autos de pasajeros en Rusia, así que este proceso puede ayudarlos a asegurar su presencia y a vender con mejores precios y con márgenes más altos.

Las plantas en Rusia están produciendo modelos de la marca Exeed y la familia Tiggo de SUVs, especialmente la Tiggo 7. No se sabe cuánto del trabajo de ensamblaje se está haciendo realmente en Rusia, pues recientemente, autoridades italianas multaron a DR Automobiles por vender autos importados, diciendo que solo cambiaban algunos emblemas localmente pero que en realidad los autos ya parecían terminados y completos cuando llegaban.