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Porsche 911 T 2023, el auto perfecto

   

Porsche ha sabido crear centenares de versiones de su icónico 911, pero la más reciente presume de un equilibrio soberbio.

Porsche es de esas marcas que considera que si bajar 1 kg de peso o reducir la altura en 2 mm a sus autos les va a dar una sensación de conducción diferente, mejorada o única, definitivamente lo hace.

Pero además puede venir enmarcada con el nombre de una nueva versión que puede dirigirse a un cliente todavía más único dentro de la marca.

Así es como a lo largo de los años Porsche ha sabido dotar un carácter único a cada una de las  múltiples variantes que ofrece en sus productos.

Ya sabemos de qué van los GTS, los Turbo, los RS y en los últimos años la denominación T de “touring” ha cobrado fuerza como una opción que encaja perfecto entre el modelo de entrada en este caso del 911 Carrera y el Carrera S.

Si bien a finales de los 60 la denominación T era para ubicarle como el modelo de acceso al 911, ahora apuesta por incrementar el disfrute del manejo, pero sin tener que tener que pagar extras en motor o electrónica pensando en la familia GTS, por ejemplo.

No, aquí el concepto T se enfoca en incrementar la pureza en el 911 y lo consigue de manera soberbia, con varios pequeños cambios que en la suma total ofrecen un coche encantador para conducir.

Menos aquí, más allá

La meta del Porsche 911 T ha sido enfocarse en la reducción de peso y sumar lo justo y necesario en electrónica.

Así, mientras que sube de peso con la suspensión deportiva, mayores rines (20” adelante y 21” atrás), el sistema de escape y un diferencial de patinamiento limitado mecánico para que traccione de maravilla en curva, se suman una serie de soluciones para bajar el peso del auto.

Lo que primero salta a la vista es que la caja destinada para esta versión es la manual de siete cambios; la PDK queda solo como opcional sin costo.

La caja también tiene cambios más cortos, como los que se ofrecen en las variantes GTS.

Para este Porsche 911 T Se agrega como equipamiento estándar la mencionada suspensión deportiva de dureza variable que reduce la altura en 10mm, además del paquete Sport Chrono que ofrece el modo de rev match para cuando hacemos los cambios descendentes (que además del dota de un sabor y sonido encantador).

También para reducir el peso tiene menos paquete de insonorización, se echa mano de una batería más pequeña, cristales ligeros y los asientos posteriores se eliminan.

Como extra podemos escoger los asientos de fibra de carbono que se montan en el GT3 RS que si mal no recuerdo pueden restar unos 12 kg menos, pero son extras en costo.

El seis cilindros bóxer bi-turbo de 385 caballos se mantiene pero le agregan el ya mencionado sistema de escape deportivo.

Con todo esto, el Porsche 911 T reduce su peso en 35 kg respecto del Carrera normal, pero ganado y sumando mucho en sensaciones de conducción.

Como versión especial se suman algunas otras cosas como los interiores en Race Tex, acentos en color negro, volante GT, el emblema T y tags decorativos en el particular “Agate Gray” junto con una nueva gama de colores, como el Slate Gray o Lizard Green incluyendo el popular azul Gulf.

Go baby

Todo tiene sentido en este Porsche 911 T una vez que encendemos el auto. Podemos modificar el sonido del escape que es poco menos que soberbio, sin ser ruidoso o gritón, sino elegante y deportivo.

La marcha es dura pero muy noble con las imperfecciones del camino. Filtra de maravilla para poder sacar provecho a los amortiguadores y barras estabilizadoras más firmes.

La caja es impecable, con un claro enfoque en exprimir cada caballo acompañado de un sonido del motor que de verdad enamora.

Llama muchísimo la atención el tratamiento que el motor tiene con ambos turbos: sube de vueltas con contundencia pero sin ser explosivo o brutal como la gran mayoría de los turbo lo hacen pero no, no para Porsche.

Si bien la respuesta del peda es inmediata, es más robusta la sensación que explosiva y no se perciben claramente los típicos sonidos de una mecánica turbocargada en la inyección y escape del aire, por ejemplo.

Como buen Porsche, la dirección es muy fiel y casi telepática a nuestra mirada y muy, mucho más lejos del límite que imaginamos en nuestra mente. Incluso para esta versión podemos calificarla de suave, es decir, no pesada de llevar (como en algunos 911 de alto performance), pero sí muy precisa.

El eje posterior es punto y aparte, gracias al diferencial posterior podemos pisar con alegría el acelerador y se mantiene plantado, claramente por un enorme calzado 305/30 R21 pero por una electrónica mesurada y protectora solo cuando de verdad nos pasamos de la raya.

Lo que más se agradece de este 911 T es que la marca nos haga sentirnos de cierto modo en auto y no en una computadora sobre ruedas. La electrónica está en lo justo, puesta para ayudarte solo para que disfrutes de conducirlo y es poco intrusiva; deja todo a la arquitectura de las suspensiones, al calzado de las ruedas, a un bastidor impecablemente apoyado y un conductor que va a disfrutar engarzar una curva tras otra, acompañado de un sonido espectacular.

Es una perfecta opción para quien guste de conducir y quiera dejar de lado todas esas asistencias, vaya, ni siquiera tiene cámara de reversa.

En nuestro mercado ya se encuentra a la venta con un precio 2,318,000 pesos con todo el equipamiento, ajustes y colores que aquí les contamos.

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