¿Sabías que tus frenos contaminan más que las emisiones de un motor a diésel?

Investigadores de la Universidad de Southampton en el Reino Unido realizaron un estudio sobre emisiones contaminantes de los autos, pero esta vez no fue sobre los gases de motor sino por los residuos que arrojan las balatas y se ha demostrado que los frenos contaminan más que las emisiones de neumáticos, combustión, incluso que un diésel.
Este efecto no es algo nuevo y se viene estudiando desde hace tiempo, y no es algo único ya que la fricción de los neumáticos también genera residuos de hule que con el tiempo pueden ir a parar a mantos freáticos o incluso alimentos. En el caso de los frenos este tipo de estudios causó en el pasado que se eliminara el asbesto de las balatas.
Como sabemos, existen diferentes sistemas de frenado con diversos compuestos, dejando a los cerámicos o metálicos para las gamas más altas, mientras que para los autos convencionales se utilizan mayormente compuestos “orgánicos” sin asbesto y compuestos con cerámica, pero cuentan en su construcción con fibras de cobre.

Tus frenos contaminan, al igual que los neumáticos, ya sea en un eléctrico o a gasolina
Este tipo de materiales que sirven para una mejor conductividad térmica y disipación de la temperatura pueden generar también cáncer, asma o alguna enfermedad pulmonar crónica.
La normativa Euro 7 busca atacar este problema, pero eso entrará en vigor hasta el 2026, mientras tanto según sea tu edad llevas respirando polvo de neumático, de frenos y de motor muchos años, y esto no es solo de los motores a combustión, ya que los autos eléctricos aun con su frenada regenerativa, también usan pastillas de freno y son mucho más pesados, por lo que la fricción de los neumáticos es mayor.
Ahora, cuando entre en funciones la Euro 7, en el 2026, la industria comenzará a distribuir estas mejoras, que pueden o no llegar a ciertos mercados, por lo que en un futuro podríamos tener entre las refacciones balatas libres de cancerígenos, y si eso pasa y tus frenos contaminan, trata de cambiarlos, sí, es un granito de arena, pero de algo debe servir.