La política de Donald Trump sigue causando estragos en todos los mercados y no necesariamente por los propios aranceles, sino por la incertidumbre que ha causado en cada país, a esto se suman decisiones un tanto arbitrarias como la de reducir los aranceles al 10% a los autos del Reino Unido, punto que no sirve para “ayudar al pueblo” ya que los autos que provienen del viejo continente son del segmento de lujo.
Ahora, esta situación se repite con el mercado japonés, ya que la Casa Blanca ha logrado un acuerdo en el que los aranceles de Japón bajan de un 25% a 15%. El gobierno de Estados Unidos ha llamado este movimiento “una victoria histórica” ya que según Trump, esto elimina barreras injustas para los coches de su país, y por ello podrán vender más autos en la tierra del sol naciente…

El problema, es como en muchos mercados, los autos estadounidenses no son tan solicitados cmo en el caso de Japón, mientras que en el vecino país, marcas como Toyota, nissan, Subaru son muy socorridas, por ello este movimiento ha molestado mucho a las tres grandes de Estados Unidos, ya que ellos tienen que lidiar con los aranceles impuestos a México y Canadá donde las tres tienen fábricas que justo nutren al mercado norteamericano, pero ahora tienen que pagar mucho más.
Los aranceles de Trump bajan para mercados extranjeros, mientras que sus marcas comienzan a perder dinero
De hecho, Trump ha anuciado que para este primero de agosto, México podría comenzar a pagar un arancel de 30% mientras que Canadá llegaría hasta los 35%. En información puntual, General Motors ya se ha pronunciado sobre sus pérdidas, que se encuentran en el rango de los 1,100 MDD tan solo en los primeros meses, pero si se dan los nuevos aranceles el monto podría llegar hasta los 5,000 MDD.

La idea Trump de “castigar” a los mercados es realmente contraria, ya que la cadena de suministro creada por años entre México y Canadá no la pueden recrear en Estados Unidos en unos meses y el tratar de hacerlo costará mucho dinero, y esto mientras que los costos internos para la clase trabajadora de Estados Unidosse incrementan. Este movimiento con Japón suena más a una manera de tranquilizar a los asiáticos toda vez que comenzaron a cobrar los bonos del tesoro (Japón y China son los mayores tenedores de bonos de Estados Unidos) sin respuesta norteamericana, por lo que esta medida es más por quedar bien con ellos que para salvaguardar los intereses del pueblo.