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Volkswagen podría no cerrar plantas alemanas

   
Planta de ensamble en Dresden con el ID.3
Planta de ensamble en Dresden, Alemania con el ID.3

El drama que está viviendo Volkswagen dista mucho de terminar, y es que las plantas alemanas de Dresden y Osnabrueck están en la mira del consejo y particularmente de las familias Piech y Porsche que abogan por los cierres y drásticas reducciones de costos, es decir el cierre de plantas y reducción de la plantilla laboral.

En palabras de Thomas Schofer, jefe de la marca, la problemática no se puede resolver a través de medidas de reducción de costos como lo plantea el sindicato IG Metall, que ya propuso renunciar a bonificaciones, aceptar que no habría aumentos y reducción de la jornada en el periodo 2025-2026.

Si Volkswagen tienen que reducir sus costos operativos, pero por otra parte lo que les sugiere el sindicato resulta no servir, entonces el problema par la marca es mayor, ya sea porque sigan arrastrando deudas del Dieselgate o por presiones políticas.

Planta de Ingolstadt

El Grupo Volkswagen ya cerró la planta de Bruselas de Audi por las bajas ventas del Audi Q8 e-tron

Como en toda empresa grande existen facciones internas y aquí se está evidenciando una, la familia Piech y Porsche que no se preocupa por el cierre de plantas alemanas y despidos y por otra parte la mesa directiva que se supone está tratando de salvar incluso la planta de Dresden que apenas tiene 300 empleados y posiblemente la que más sufre ya que ahí se hace el ID.3 que no ha tenido buenas ventas.

En el caso de la planta de Osnabrueck es muy importante para la marca ya que de ahí salen los Porsche Cayman y Boxster, así como el VW T-Roc Cabriolet y aunque tienen una capacidad anual de 100,000 unidades, apenas salieron 28,000 unidades el año pasado.

La industria alemana está en problemas y el futuro no pinta halagüeño, ya que las ventas de VW en China se desplomaron, mientras que sus productos eléctricos no despuntan en el resto del mundo, y con las amenazas de aranceles en la segunda era de Trump, podría ser un golpe devastador, algo que ya pasó en Bruselas, con el cierre de la planta de Audi donde se fabricaba el Q8 e-tron y que prácticamente nadie lo compraba.

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