BYD Dolphin Mini: A prueba, el conmutador urbano perfecto
BYD tiene prácticamente dos años de presencia en México, con una gama cada vez más amplia que está delimitada con autos eléctricos e híbridos enchufables. Cuando llegaron, era descabellado pensar en que una marca pudiera tener el éxito que ya tiene BYD solo con autos electrificados y más cuando todos son enchufables, un esquema que aun es relativamente nuevo en México. Por un precio justo y con el contenido correcto fue posible y el BYD Dolphin Mini, con apenas un año en nuestro mercado, es uno de los grandes artífices.
Conocido como Seagull en otros mercados, el BYD Dolphin Mini ya vendió más de 10,000 unidades y está creando una base de seguidores fieles, cosa complicada en un mercado tan exigente como el nuestro. Es el urbano perfecto porque combina muchos elementos que suelen ser complicados de encontrar en el mismo auto.
Todo empieza por su tamaño, pues el pequeño Dolphin Mini mide solamente 3,780 mm de longitud y está basado en una distancia entre ejes de 2.5 metros de largo, convirtiéndose en uno de los autos más pequeños de México. No obstante, por su tren motor eléctrico el espacio de la cabina está muy bien aprovechado y hay espacio de sobra para piernas y cabeza en la segunda fila de asientos, que por cierto está homologada solo para dos personas, en gran medida gracias a su altura; es tan alto como muchas SUVs subcompactas y compactas, con 1,580 mm.
¿Una prueba de lo optimizada que está la cabina? Prácticamente no hay volumen delante de ella, porque los motores eléctricos son más compactos que los de combustión de capacidades comparables. Eso quiere decir que hay más volumen dentro y también que es mucho más fácil entender en donde están los límites de la carrocería para maniobrar en espacios reducidos.
BYD Dolphin Mini: Una cabina con calidad y tecnología dignos de un auto mucho más costoso
Ya hablando de la cabina, es sorprendente lo vistosa que es en un auto de este segmento y precio, y que además es eléctrico. Los materiales elegidos pertenecen a uno o dos segmentos por arriba, con asientos forrados en cuero ecológico y elementos en símil de gamuza en el tablero y puertas, rematando con paneles laqueados en las mismas y texturas elaboradas, que se repiten hasta en la parte trasera. El Dolphin Mini, junto con otros autos chinos de diferentes precios y segmentos, como el Zeekr X, la Geely Starray, el Ora 03 o la propias Yuan Pro y Song Pro dejan claro de una vez por todas que los chinos en general y que BYD en particular ya se graduaron con honores en el arte de ejecutar cabinas de excelente calidad aun en autos accesibles.
Y no solo es la calidad percibida, porque el estándar de calidad real también es muy alto, con excelentes enraces y ensambles sólidos. No hay juego entre los paneles y tampoco vibraciones, aun cuando la unidad evaluada ya tenía más de 6,000 km de uso, que suelen ser extremadamente exigentes en autos destinados a pruebas de medios.
Equipamiento y seguridad
Con todo esto, podría pensarse que BYD iba a escatimar en el equipamiento de confort y conectividad en un coche de entrada como el Dolphin Mini, pero ese afortunadamente no es el caso.
Existen dos versiones y nosotros evaluamos a la Plus tope de gama, que sigue estando en un rango de precios por debajo de los 400,000 pesos y ya tenía elementos como los faros de LED, rines de aluminio, cuadro digital de siete pulgadas, cargador por inducción, puertos de carga USB y USB-C en las dos filas de asientos, cámara de reversa con sensores de proximidad acústicos, pantalla táctil de 10.1 pulgadas con navegación e interfaces Android Auto y Apple CarPlay, llave inteligente con acceso remoto, arranque por botón, cuatro modos de manejo, asiento del conductor con ajuste eléctrico de seis posiciones y cuatro frenos de disco.
El cuadro digital podría ser más nítido, pero cumple sobradamente por el precio y la pantalla táctil central gusta no solo por la conectividad sino porque es rápida al tacto y tiene menús intuitivos, por los que es amigable, con una interfaz propia de BYD que ofrece la posibilidad de actualizar su software de forma remota y descargar aplicaciones en la tienda del sistema al conectarse a una red Wi-Fi.
Si acaso, la versión de entrada, por menos de $360,000, pierde detalles de confort que pueden no ser tan importantes, como los mandos al volante, el cargador inalámbrico, el asiento eléctrico o el volante ajustable en profundidad, teniendo solo el reglaje de la altura. Además, esta versión pierde las dos bolsas de aire de cortina y queda con cuatro, las dos laterales lumbares y las dos frontales y tiene una batería más pequeña, con menor autonomía, pero a eso vamos más adelante.
Ergonomía y habitabilidad
En la versión que probamos, con asiento eléctrico y columna ajustable tanto en altura como en profundidad, la posición de manejo y el confort de los asientos es sobresaliente, más entendiendo que no es un coche viajero ni por tamaño, ni por cualidades dinámicas y tampoco por su autonomía, pudiendo navegar por horas en los peores embotellamientos urbanos sin fatigar.
También hay una cajuela de 230 litros, habituales en el segmento, pero con una boca de carga de buen tamaño y y formas regulares.
Mecánicamente, las cosas se mantienen sencillas. Hay un motor eléctrico de 74 hp y 100 lb-pie de par, que son más que suficientes para moverse en ciudad, aun a velocidades de entre 70 y 80 km/h en vías de acceso controlado o autopistas urbanas.
No hay que olvidar que los urbanos del segmento A contra los que compite no sacan más de 70 hp y 70 lb-pie de par de sus motores de tres cilindros de gasolina, pero es que adicionalmente, pierden hasta un 25% de su potencia con la altitud de puntos como la Ciudad de México mientras que el BYD, al ser eléctrico y sacar la densidad del aire de la ecuación de la generación de potencia, los entrega íntegros y con una interesante dosis de torque inmediato de su motor eléctrico, especialmente cuando se considera el factor de sus 1,240 kg de peso.
BYD Dolphin Mini: Excelente autonomía y eficiencia en condiciones reales de manejo
La batería de la versión Plus es de 38 kWh de capacidad y homologa 380 km, con un consumo medio de 10 kWh por cada 100 km. En conducción real en ciudad, es fácil estar cerca del consumo y de la autonomía homologados, con 10.3 kWh por cada 100 km, con una autonomía media de 369 km, que es sobresaliente en un auto de este precio y que también es un buen dato porque es uno de los pocos auto eléctricos en los que casi se iguala la autonomía homologada con la que se consigue en condiciones reales de conducción.
No obstante, hay que mencionar que si somos agresivos en la conducción, es fácil alcanzar los 12 kWh por cada 100 km, con lo que la autonomía proyectada se reduciría a unos 316 km, que siguen siendo sumamente buenos.
La versión base tiene una batería de 30 kWh y homologa un rango de 300 km, que siendo analíticos son suficientes para un conductor promedio en entornos urbanos. Con esta batería y tomando en cuenta lo cerca que estuvimos de la autonomía real con la batería más grande, parece posible tener rangos de 290 km en condiciones reales que, tomando en cuenta trayectos diarios de 40 km, permitirían usar el coche siete días antes de tener que conectarlo. Eso se puede hacer en casa por la noche, porque el cargador de pared de 7 kW de potencia y su instalación están incluidos con la compra del auto. Con esta potencia, se puede cargar la batería de la unidad probada de 38 kWh en alrededor de cinco horas y la más pequeña de la versión base en poco menos de cuatro.
Comportamiento dinámico
Dinámicamente acelera con solvencia, el tacto de la dirección es ligero y sorprendentemente preciso para un auto con llantas 175/55 R16, pero encanta por la calidad de marcha, que encara con solvencia irregularidades de alta frecuencia sin transmitir demasiadas vibraciones a la cabina y por lo bien insonorizado que está, punto clave en el confort de un EV porque no hay ruidos del motor que enmascaren sonidos externos de la rodadura, del viento o de la propia suspensión al operar, que no es el caso del Dolphin Mini.
Encontramos un área de mejora en lo que al comportamiento dinámico respecta, y es que el eje trasero es demasiado blando en compresiones y algo brusco en rebotes, lo que en conjunto con su altura respecto del suelo de 120 mm, se traduce en que la suspensión no tiene el control ideal de la carrocería en curvas, tarda en apoyar y llega al tope de compresión demasiado pronto, restando confianza al encarar caminos sinuosos.
BYD Dolphin Mini Plus | ||
Motor: | Sincrónicos de imanes permanentes; 74 hp y 100 lb-pie | |
Transmisión: | Directa; 1 velocidad | |
Consumo urbano: | 10.3 kWh/100 km | |
Autonomía homologada: | 380 km (NEDC) | |
Autonomía en pruebas | 369 km | |
Precios y versiones | ||
Dolphin Mini 300 km | $358,800 | |
*Dolphin Mini Plus 380 km | $398,800 | |
*Versión probada |
Nos gusta
+ Calidad de materiales y ensambles
+ Habitabilidad y ergonomía
+ Eficiencia: Autonomía real muy cercana a la homologada
+ Refinamiento
+ Equipamiento y tecnología
+ Valor por el dinero
Nos gustaría
– 6 bolsas de aire de serie
– Mejor control del eje posterior
BYD Dolphin Mini Plus | |
Calidad de armado | 9 |
Confort | 9 |
Tecnología y conectividad | 10 |
Cajuela | 8 |
Habitabilidad | 10 |
Insonorización | 9 |
Seguridad | 10 |
Calidad de marcha | 8 |
Mecánica | 9 |
Ergonomía | 9 |
Total | 91/100 |
Por dimensiones entonces participa en el segmento A como el Renault Kwid o el FIAT Mobi, que con un equipamiento similar cuestan alrededor de 280,000 pesos, pero por su mecánica eléctrica es más costoso y esto es un factor clave: El Dolphin Mini es muy superior en general que cualquiera de esos dos, pero cuesta más porque es eléctrico.
Entonces llegamos a un punto crítico del análisis con el BYD Dolphin Mini: ¿Por qué creemos que es el conmutador urbano perfecto? Porque la diferencia de precio con sus similares de gasolina da para justificar la mejor calidad general del producto o su tren motor eléctrico, pero no ambas, lo que nos lleva a que se paga realmente poco a cambio de lo que se consigue en él, con un interior de mucha mayor calidad, mejor ejecutado, mejor equipado y que además, para rematar es un EV.
Después de todo, ya vimos lo que pasó cuando Renault intentó vender un Kwid eléctrico en nuestro país. Siendo inferior como el Kwid de gasolina y a igualdad en las mecánicas eléctricas, el Renault era un 15% más costoso, por eso estuvo menos de un año en el mercado.
El JAC E10X es el rival directo del Dolphin Mini
Entonces llegamos a su rival más directo, el JAC E10X. También 100% eléctrico, tiene una sola versión de 357,000 pesos y una autonomía de 301 km, lo mismo prácticamente que el Dolphin Mini base por 1,800 pesos menos. Sin embargo, queda a deber porque tiene solo dos bolsas de aire y los acabados sencillamente no están al mismo nivel, como tampoco lo está el contenido tecnológico y de conectividad. Comparado con el JAC, el BYD es una mejor compra y por eso lo consideramos el urbano perfecto.
La electrificación absoluta tiene sentido así, cuando viene en un auto bien equipado y ejecutado, con dimensiones ideales para la ciudad y con una propuesta de valor inigualable.