Las estrellas de seguridad ya no te dicen cuanto te protege tu auto
Las evaluaciones de seguridad en los autos solían ser una excelente referencia al momento de tomar la decisión de compra de un automóvil, pues con una calificación de hasta cinco estrellas, eran una representación gráfica fácil de entender sobre el desempeño en pruebas de impacto y la protección a sus ocupantes.
Recientemente, la evaluación de estrellas de organismos internaciones como Euro NCAP, Latin NCAP o ANCAP (Australia), que antes solo incluía los factores de protección a ocupantes adultos, a infantes y a usuarios vulnerables (peatones) añadió uno más, que es el de las asistencias avanzadas a la conducción. Este punto evalúa si un auto cuenta o no con dichas ayudas y si su funcionamiento cae dentro de los parámetros establecidos por las organizaciones que hacen las pruebas.
La adición de este factor, englobado en la calificación de protección a usuarios vulnerables y con un enciso independiente tiene un peso que afecta a la calificación del auto en estrellas, lo que quiere decir que esa representación gráfica con desde cero hasta cinco estrellas de seguridad de un auto ya no representa realmente la protección que este va a brindarle a los pasajeros en diferentes colisiones, sean frontales, laterales o posteriores.
No nos malinterpreten, está bien que las agencias internacionales exijan y evalúen estas asistencias avanzadas de manejo (ADAS) para que los compradores tengan claro al momento de tomar una decisión de compra tan importante como la de un auto en cual de los que están pensando comprar funcionan mejor y son realmente útiles para evitar una colisión. Sin embargo, sería interesante que, especialmente en mercados en desarrollo, como el latino, en donde estas ADAS no son todavía la norma absoluta, esta calificación pudiera ser independiente a la de protección a los ocupantes.
Nadie pone en duda que el fin de Latin NCAP y de otros organismos es que los autos sean más seguros y en gran medida, consiguieron que así fuera, informando a la gente. De hecho, atribuimos en gran medida al trabajo de Latin NCAP y de medios de comunicación especializados que en México hayamos pasado con relativa rapidez de autos sin bolsas de aire, frenos ABS o control de estabilidad a que estos sean la norma incluso en segmentos de entrada y por un precio todavía accesible.
Un coche cero estrellas en seguridad no es tan inseguro como podrías imaginar
Separando las calificaciones de ADAS de las de protección a pasajeros en las pruebas de colisión todavía podríamos usar esas estrellas como una guía más apegada a la realidad. Afortunadamente, atrás quedaron los días en los que un coche con cero estrellas presentaba deformaciones insólitas a la cabina en las pruebas de colisión que representaban una posibilidad alta de muerte de algunos de los pasajeros.
Y no estamos defendiendo a los coches con cero o dos estrellas, sino que esas no representen totalmente la protección que esos coches dan a ocupantes y eso puede ser confuso para el comprador.
También hay que entender el contexto, porque el presupuesto para compra de auto en México suele ser considerablemente más bajo que en Europa o Estados Unidos. Pedir estos sistemas en autos que ya son estructuralmente estables y que tienen seis bolsas de aire, pero que cuestan 300 mil pesos o menos no es viable. Tenemos que buscar un balance entre precio y seguridad, porque de nada sirve que, por ejemplo, un Hyundai Grand i10 o un Chevrolet Aveo tengan ADAS si nadie va a poder pagarlos de todos modos, haciendo que quienes normalmente compran esos coches terminen con usados o hasta autos rescatados de pérdida total, que serían mucho más inseguros para quienes los conducen y su entorno que uno sin nuevo ADAS.
Esta explicación la hace Euro NCAP en su guía para entender las estrellas de seguridad. Ya un coche de solo dos estrellas, que por percepción sería muy inseguro, ofrece protección nominal según la propia Euro NCAP, pero se queda con una calificación así de pobre porque carece tecnología para evitar accidentes. Uno de tres estrellas, que también aparenta ser muy inseguro, ya brinda “al menos protección promedio,” pero se queda con tres porque no está equipado siempre con las asistencias más modernas.
Un gran ejemplo de esto es la calificación de Latin NCAP a la Hyundai Tucson, un vehículo global. Tiene calificaciones de buenas a sobresalientes en protección a ocupantes adultos e infantes, con un 82 y un 70 por ciento, respectivamente, lo que quiere decir que el chasis se deforma correctamente para evitar lesiones a los pasajeros y que los pasajeros están bien protegidos de golpearse con objetos que pudieran lesionarlos. Sin embargo, con un 48% de protección a peatones y usuarios vulnerables y un 56% en asistencias de manejo, queda con solo tres estrellas.