GWM Tank 300, un motor rudo pero eficiente

La GWM Tank 300 echa mano de un motor potente y rudo como se espera de un auto con capacidades todoterreno, pero también tiene un componente híbrido que la vuelve muy eficiente y que le ayuda a mejorar aun más el desempeño de su motor de gasolina. En resumen, es una excelente combinación porque se consigue lo mejor de dos mundos, con excelentes números de potencia y torque y consumos de combustible sumamente bajos.

El sistema híbrido de la GWM Tank 300 está compuesto por un motor de gasolina de cuatro cilindros y 2.0 litros turbo que por sí solo entrega 241 hp y 280 lb-pie de torque y que va asociado a una transmisión automática de nueve velocidades, misma que está optimizada para trabajar con el sistema eléctrico.

GWM Tank 300: Un sistema eléctrico que complementa al motor de gasolina

Este sistema eléctrico está configurado por una batería de ion litio de 1.76 kWh de capacidad que se recarga solamente a través del sistema regenerativo, por lo que no depende de fuentes externas de energía. Esta batería alimenta a un motor eléctrico de 140 hp y 197 lb-pie de torque, que puede mover al auto por cuenta propia a bajas velocidades para ahorrar combustible y que apoya al arrancar desde cero, el punto en el que más gasta combustible un motor de combustión interna.

A velocidades altas y en aceleraciones exigentes, los dos motores trabajan en conjunto para dar el mejor desempeño, consiguiendo acelerar de 0 a 100 km/h en 8.2 segundos en pruebas reales en la ciudad de México, casi igualando el dato oficial de la marca que es de 8.1 segundos. En conjunto, el tren motor de la GWM Tank 300 entrega 341 hp y unas brutales 477 lb-pie de par, cifras propias de un motor de ocho cilindros y que son útiles tanto para adelantar en autopista como para superar obstáculos complicados fuera del pavimento.

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