NOTA

Volkswagen cambia su estrategia: el ID.2all se convierte en el ID.Polo

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Dejando de lado las denominaciones de números que pudieran parecer más generalistas, Volkswagen haya decidido llevar sus nombres más icónicos al terreno eléctrico; ID.Polo abrirá la puerta.

Volkswagen anunció que adoptará una nueva estrategia de nomenclatura para sus próximos autos eléctricos, empleando aquellos icónicos como Polo, T-Cross entre otros.

Los nombres que han acompañado a millones de conductores durante décadas migrarán a la familia ID., la gama totalmente eléctrica de Volkswagen.

El primer movimiento será claro y cargado de historia: el prototipo ID.2all se convertirá en el ID.Polo de producción en serie a partir de 2026.

La verdad es que pocos nombres en la industria automotriz tienen tanto arraigo como el Polo. Durante 50 años ha estado presente en distintos mercados como sinónimo de calidad, seguridad y accesibilidad tecnológica.

Thomas Schäfer, CEO de la marca, lo resumió así: “Los nombres de nuestros modelos están profundamente arraigados en la mente de las personas. El ID. Polo es solo el comienzo” .

En otras palabras, el fabricante quiere que la transición hacia los vehículos eléctricos no resulte lejana ni abstracta para sus clientes. Al contrario: que sea reconocible y, de alguna manera, familiar.

El debut de una nueva familia

El ID. Polo no llegará solo. En 2026 también veremos al ID. Polo GTI, versión deportiva que, según la marca, ofrecerá “una dinámica excepcional y un gran placer de conducción”. Así, el sello GTI —una de las insignias más poderosas de Volkswagen— también se abre paso en el mundo eléctrico.

Ambos modelos harán su primera aparición pública en el IAA Mobility de Múnich, que se celebrará del 8 al 14 de septiembre. Un día antes, Volkswagen mostrará otro avance de su ofensiva eléctrica: el prototipo ID. CROSS Concept, que se transformará en el ID.Cross, la versión eléctrica del T-Cross y que debutará hacia finales de 2026.

Una transición más amigable

También Volkswagen dejó claro que no planea abandonar de golpe a los modelos con motor de combustión. La estrategia prevé que sigan coexistiendo con sus nombres tradicionales, mientras que las nuevas generaciones eléctricas adoptan la denominación ID. Esto facilita al cliente navegar entre ambos mundos sin perderse en una jungla de siglas y conceptos.

Los nuevos modelos prometen mejoras tangibles, como materiales de mayor calidad, mandos físicos combinados con controles digitales y un manejo más intuitivo en cabina.

Con esta estrategia, Volkswagen busca algo más que ordenar su portafolio. Quiere que la electrificación se sienta más cercana, como una evolución natural de lo que ya conocemos. El Polo, con toda su carga simbólica, será el encargado de abrir esa puerta.

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