La marca japonesa rescata uno de sus nombres más emblemáticos: el Honda Prelude 2026, aquel coupé deportivo que marcó época desde finales de los setenta y ahora lo hace con un tren motor híbrido

Honda Prelude 2026 regresa con una propuesta distinta: un tren motor híbrido que promete combinar eficiencia con emoción al volante.
Lo interesante es que lo hace en un entorno en donde las SUVs de todos los tamaños son cada vez más importantes y los sedanes (ya no digamos los coupés) registran menos ventas anuales. Es una jugada ¿arriesgada? Puede ser, pero sin lugar a dudas, reconocible.

Tradición con mirada al futuro
El Honda Prelude no solo fue un escaparate de tecnología en su tiempo, también representaba esa mezcla de deportividad y accesibilidad que hizo fuerte a Honda en mercados de todo el mundo.
Ahora, en su sexta generación, la marca asegura que busca ofrecer lo mismo, mantener ese espíritu, pero con un lenguaje actualizado y que nos parece más que acorde a nuestros tiempos: movilidad electrificada y una conducción que debe ser divertida para el día a día.

Olvidémonos del concepto V-TEC de anteriores generaciones, los tiempos han cambiado. Se opta por una solución que ya vemos en el Civic: un motor de gasolina ciclo Atkinson (141 hp) y uno eléctrico (181 hp), buscando una mezcla entre eficiencia y desempeño.
Así, la mecánica ofrece un total de 200 caballos de fuerza y 232 lb-pie de par, cortesía de su sistema híbrido de dos motores y un bloque de gasolina de 2.0 litros. La marca además promete que los 232 lb-pie las tienes entre las 0 y 2,000 rpm, esperados beneficios de este tipo de configuración, habrá que ver durante cuánto tiempo y qué tanto se desmarca del propio sedán con potencias tan similares.

Más allá de las cifras, Honda enfatiza que esta combinación ofrecerá suavidad y respuesta inmediata, cualidades que han distinguido a sus últimos híbridos.
Pero lo que deja a todos con una duda, por lo menos razonable, es la falta de una caja manual. Honda utiliza la misma solución que en el Civic, un engrane planetario controlado electrónicamente para gestionar la entrega de par entre el motor de gasolina y los dos motores eléctricos.


Pero para ofrecer el sabor que un deportivo como éste debe ofrecer, Honda aportar un solución llamada S+ Shift para el Prelude que simula cambios de marchas, rev-matching, un sonido de motor más envolvente y retenciones usando las levas detrás del volante. Curioso también, tendrá la opción de manejarse con el sistema One Pedal, que vemos en híbridos y eléctricos.
Un chasis heredado de Type R
A todo ello Honda decide agregar un chasis que toma los elementos clave del Type R: suspensión delantera de doble eje, frenos Brembo en color azul exclusivo y amortiguadores adaptativos que, de acuerdo con la marca, permiten una combinación encantadora entre dureza y filtrado del camino.
Complementan los modos de manejo —Confort, GT, Deportivo e Individual— que permiten ajustar respuesta del motor, dirección y suspensión según el ánimo del conductor.

Y si hablamos del diseño, en el Honda Prelude destacan las líneas limpias y proporciones agresivas, una silueta baja, techo de doble burbuja y rines Berlina Black de 19 pulgadas. Detalles en azul, tanto en la carrocería como en los frenos, refuerzan la identidad y enfoque híbrido. La aerodinámica, más que un recurso estético, está pensada para darle estabilidad a altas velocidades: alerón delantero y superficies planas en la parte trasera cumplen con esa misión.

En la cabina, los asientos deportivos con tapicería perforada, costuras azules y ajuste eléctrico buscan equilibrio entre ergonomía y confort. El panel digital de 10.2 pulgadas y el sistema Bose de 8 bocinas apuntan a un entorno tecnológico, sin perder el enfoque en el manejo. Además, ofrece una configuración 2+2 y espacio suficiente para escapadas de fin de semana, incluso con objetos voluminosos como una bolsa de golf.
El Prelude no solo revive un nombre. Forma parte de la estrategia de Honda para que más del 60% de sus ventas globales correspondan a híbridos en los próximos años. Así, junto con Accord y Civic, vuelve a situarse como uno de los tres pilares históricos de la marca, ahora en clave electrificada.


