La Ferrari Purosangue de Mansory es una oda al mal gusto
Tomó mucho más tiempo del esperado que Mansory presentara su visión del Ferrari Purosangue y desafortunadamente ya está aquí. El preparador bávaro se caracteriza por tomar autos de producción y darles un toque único, que menudo resulta de mal gusto y esta no es la excepción. De hecho, no teníamos demasiadas esperanzas para la primera SUV de la marca italiana, pero cuando finalmente se presentó quedamos sorprendidos por sus trazos limpios y diseño atractivo, algo que Mansory acaba de tirar a la basura.
Mansory añadió un kit de carrocería muy completo de carbono forjado pintado del color rojo del resto de la carrocería, eliminando todo rastro de la marca Ferrari o del Cavallino Rampante, cambiando todos los logos por sus propios emblemas, que a absolutamente nadie le representan nada.
Todo parece ser una demostración de cómo no modificar un diseño que era casi perfecto, con tomas de aire exageradas en la toma de aire delantera que Mansory insiste en que mejoran la carga aerodinámica sobre el eje delantero. Mansory es hasta soberbio, como si en verdad pudieran enseñarle a Ferrari como mejorar dinámicamente un automóvil en este sentido.
El cofre está hecho totalmente en fibra de carbono y complementa las extensiones de los pasos de rueda, las ventilas en las salpicadera y las tomas de aire falsas en las puertas posterior, completamente innecesarias porque el motor de este Ferrari está adelante. La parte posterior también es otro dolor de cabeza para los ojos, pues integra un gigantesco difusor con cuatro salidas de escape, una fascia de carbono forjado y un alerón en el techo de tamaño similar al de un avión comercial.
Mansory ‘mejora’ dinámicamente a un Ferrari Purosangue… Seguro que sí
La Ferrari Purosangue de Mansory emplea rines de aleación forjada de una sola pieza de 22 pulgadas de diámetro al frente y de 23 en el eje trasero y lo peor es que planean usar este diseño con otros colores y tamaños en otras creaciones, aunque seguramente resultan perjudiciales para la experiencia de conducción.
Al menos la suspensión la dejaron intacta, pero quedará por comprobar como la puesta a punto de serie se ajusta con los enormes rines del Ferrari Purosangue de Mansory.
Sí se animaron a modificar la sinfonía que es el V12 de 6.5 litros de la Ferrari Purosangue, con una ligera modificación a la unidad de control del motor e instalando un nuevo sistema de escape y convertidor catalítico, pasando de 715 a 745 hp y de 528 a 538 lb-pie de par.
La cabina recibe tapizados de color marfil y acentos en color rojo con insertos de fibra de carbono. Prácticamente todos los materiales, incluyendo asientos, descansabrazos, y puertas son tapizados con un nuevo patrón perforado, con tapetes capitonados, pedales de aluminio y emblemas de Mansory por doquier, en reemplazo de los de Ferrari que la Purasangre tiene de serie.
No hay precio, pero dado que Mansory suele apuntar a clientes ricos, las modificaciones no serán baratas.
