Manejamos a la nueva Mitsubishi L200 y Xforce 2025 en México
Tuvimos un primer contacto breve con los dos productos nuevos que Mitsubishi traerá a México en este 2024, empezando con la nueva generación de la exitosa pick-up L200 cuya renovación es absoluta y su lanzamiento oficial en nuestro país está confirmado para el mes de mayo, ya como año modelo 2025.
Mitsubishi anuncia que la nueva L200 2025 tendrá tres versiones en nuestro país, aunque inicialmente llegarán solamente dos: GLX y GLS, con alternativas de motorizaciones de gasolina y turbodiesel y también con transmisión manual o automática. En 2025, llegará el complemento de la gama con la versión GSR, un nuevo buque insignia orientado al máximo lujo para clientes que usan sus pick-ups como coches recreativos o familiares y que cargan esporádicamente.
La L200 retendrá una versión de los mismos motores de gasolina y diesel en las versiones GLX, pero la GLS recibe una con un nuevo turbo de doble etapa que lleva la potencia de 178 a 200 hp y el torque de 317 a 347 lb-pie, ahora asociado a una nueva transmisión automática de ocho marchas.
No hubo oportunidad de manejarla tanto como hubiéramos querido y solo lo hicimos en un circuito 4×4 a baja velocidad, aunque el camino accidentado fue suficiente para darnos cuenta que la marcha es mucho mejor, más fina y sofisticada; es en este sentido una pick-up más madura, pues la anterior aun en versiones tope siempre dio la sensación de ser un auto que se concibió con un enfoque primordialmente utilitario y que se actualizó paulatinamente para intentar ser una pick-up recreativa, sin llegar a serlo del todo.
Nueva L200, con una cabina mucho más práctica y ergonómica
El interior también mejora mucho, pues los acabados son más vistosos y en general la cabina es más elaborada, desde detalles como los asientos que son más confortables y tienen mejor soporte hasta el volante y la posición de manejo en general, apropiada para manejar por más tiempo sin fatigar especialmente porque el ángulo del volante es más el de una SUV convencional que el de un auto de trabajo.
La nueva Mitsubishi L200 también gana en espacio en plazas traseras sin sacrificar capacidad en la batea y remata con un sistema de infotenimiento, tomado de Nissan, que es más rápido, nítido y funcional que la unidad del modelo pasado. Los ensambles inspiran solidez y apenas notamos juego en ellos o vibraciones en los caminos irregulares, aunque también hay que decir que la unidad que manejamos eran prácticamente nueva y aun no estaba ni siquiera totalmente asentada.
Finalmente, Mitsubishi equipará a toda la gama con asistencias avanzadas de manejo, como el sistema de frenado autónomo de emergencia, control crucero adaptativo, alerta de tráfico posterior en cruce, alerta de punto ciego con asistente para mantenimiento de carril y luces altas inteligentes.
También llega la Mitsubishi Xforce, aunque con otro nombre…
Asimismo, Mitsubishi nos dejó manejar por primera vez en México a su nueva SUV subcompacta, que se presentó en Asia el año pasado con el nombre Xforce pero que no llegará a México con ese nombre. También será modelo 2025, pero llegará hasta el mes de septiembre u octubre y por enfoque sabemos que competirá en el segmento de la Kia Seltos, Volkswagen Taigun, Chevrolet Tracker o Nissan Kicks, aunque sea una de las más grandes con prácticamente 4.4 metros de longitud, pues solo la Seltos llega a esas cotas.
Vendrá con el motor de 1.5 litros y cuatro cilindros calibrado a 103 hp, el mismo de la Xpander pero aquí asociado a una transmisión CVT en lugar del convertidor de par de cuatro relaciones, lo que debería de darle mejores recuperaciones y sobre todo, consumos más bajos a velocidades de autopista. No es rápida y aunque solo la manejamos por algunos cientos de metros, estimamos que la aceleración de 0 a 100 km/h quedará en el rango de los 18 segundos, similar a una Suzuki Grand Vitara o FIAT Pulse, lejos de los 15 que hace por ejemplo una Hyundai Creta con motor 1.5 litros o de los 11 segundos de una Tracker con el bloque 1.2 turbo.
Entendiendo eso, creemos que Mitsubishi hace una apuesta inteligente, apelando al público meramente urbano y pudiendo dar más equipamiento por un precio debajo de la media, a costa de tener un motor menos contundente y más simple, cuya fiabilidad, eso sí, queda probada.
Soluciones inteligentes a problemas comunes
En lo poco que la manejamos, alcanzamos a percibir que la puesta a punto de la suspensión es blanda, apostando a dar una mejor calidad de marcha a pesar de que los rines son grandes, de 18 pulgadas y también a costa de perder algo de control a velocidades más altas, aunque nos gustó el tacto de dirección y de todos modos tendremos que esperar algunos meses más para una prueba genuina con impresiones más detalladas.
Más allá del nombre, convivimos mucho con la cabina de esta nueva SUV de entrada de Mitsubishi y los acabados son muy buenos, además de que tiene soluciones inteligente para el día a día. Hay plásticos duros que fueron diseñados especialmente para aguantar rasguños y se conjuntan con insertos en símil de cuero en las puertas y el tablero, además de que tendrá asientos forrados en un material pensado para no calentarse de más luego de unas horas bajo el sol.
Otros detalles de equipamiento son más habituales, pero Mitsubishi anuncia a esta nueva SUV con aire acondicionado de dos zonas, pantalla táctil de 12.3 pulgadas, cuadro de instrumentos digital de ocho pulgadas, freno de estacionamiento electrónico con Auto-Hold e iluminación exterior full LED.
Desde su lanzamiento, se anunció que desde el inicio del desarrollo de contemplaron ciudades en donde la movilidad es compleja como las nuestras, así que la suspensión está preparada para lidiar con topes o baches y por su altura del piso tiene cierta capacidad de vadeo para superar pequeños charcos o inundaciones.
Finalmente, las versiones tope de gama vendrán con una suite de asistencias avanzadas a la conducción.