Las tecnologías para evitar accidentes son caras y complicadas de reparar
Un estudio asegura que las tecnologías ADAS evitan accidentes pero son costosas de reparar y pueden tener problemas posteriores
Se ha demostrado que las tecnologías avanzadas de asistencia al conductor, como el frenado automático de emergencia y otras ADAS funcionan bien, pero luego de sufrir accidentes su reparación es complicada.
Aunque las tecnologías para evitar accidentes no se rompen con más frecuencia que otras tecnologías automotrices, repararlas requiere mucha capacitación y herramientas costosas. El Instituto de Seguros para la Seguridad en las Carreteras y el Instituto de Datos de Pérdidas en las Carreteras (IIHS-HLDI, por sus siglas en inglés) realizaron un estudio conjunto. En el, encontraron que los propietarios que tenían que reparar su tecnología de asistencia con frecuencia sufrían más problemas posteriores a la reparación.
En el caso de las personas a las que se les estaba reemplazando los parabrisas, lo que con frecuencia implica recalibrar las características de seguridad. Tres cuartas partes de las personas con daños por choque continuaron teniendo problemas con sus características de seguridad después de arreglarse.
Los fabricantes de automóviles estipulan que los sistemas para evitar choques se recalibran cada vez que se quita, reemplaza o reinstala un sensor. Y eso se asocia con costos de reparación más altos.
Además, el estudio sugiere que los mecánicos están luchando para mantenerse al día con la tecnología, según IIHS-HLDI. Algunas calibraciones son complicadas, requieren capacitación especializada y equipos costosos cuyo software debe actualizarse con frecuencia. Mientras tanto, la falta de procesos de calibración estandarizados hace que sea aún más difícil para los técnicos.
Estos problemas tienden a estar cubiertos por el seguro, y pocos conductores dicen que les impedirían comprar otro vehículo con tecnologías de seguridad similares. Pero, la científica investigadora de IIHS-HLDI, Alexandra Mueller, señala que si son problemáticos, los apaguen.
“Se ha demostrado que estas tecnologías reducen los accidentes y las lesiones relacionadas”, dijo Mueller. “Nuestro objetivo es que continúen brindando esos beneficios después de las reparaciones y que el usuario se asegure de que funcionan bien.”