Mazda desarrolló un motor V12 y debió ser fascinante
Mazda desarrolló en los ochentas un motor V12 destinado al mejor auto del mundo, pero el proyecto se canceló hacia el final de su desarrollo, en 1992. Japón tiene muchos motores famosos, desde los K20 VTEC de Honda hasta el legendario 2JZ de Toyota en el Supra de cuarta generación y el Wankel rotativo de Mazda, pero este V12 pudo ser el más especial de todos.
Este motor está en el museo de Mazda en Hiroshima y es la única unidad jamás fabricada, con 4.0 litros de desplazamiento y construido usando dos V6 en el mismo cigüeñal.
Mazda lo desarrolló pensando en el mejor auto del mundo, el Amati 1000, en una época de riqueza y prosperidad en Japón en la que los fabricantes tenían dinero para invertir en nuevas aventuras y que nos dejó muchas de las joyas que hoy recordamos.
El V12 de Mazda les iba a dar entrada al segmento de lujo
Mazda quería, en aquel momento, una porción del pastel de autos de lujo y la marca Amati iba a ser rival de Lexus y Acura en Estados Unidos, por encima de las submarcas Eunos y Ẽfini que comercializaba en Japón. El motor V12 iba a retar directamente al BMW Serie 7, con un enorme sedán deportivo y de lujo llamado Amati 1000 que debía ser el referente definitivo de la marca, con modelos de menor precio en la gama.
Desafortunadamente, Amati nunca vio la luz del día por las cambiantes condiciones de la economía japonesa y poco se sabe del 1000, del cual no hay ni siquiera imágenes. De hecho, el proyecto era tan importante y secreto que solamente unos pocos trabajadores en Mazda sabían de él y todavía menos fueron los que vieron algunos de los prototipos.
Del motor se especulaba que tendría hasta 340 hp, una cifra muy buena para comienzos de los noventa, pero se sabe poco más.
El espíritu inventivo de este motor sobrevivió, con proyectos como el primer motor de ciclo Miller del mundo, un V6 supercargado de 2.25 litros que se usó en modelos como el Mazda Millenia. También en el increíble motor de tres rotores del Eunos Cosmo y en la era moderna en el SkyActiv-X de ignición por compresión, el primero de gasolina con este ciclo.
La idea de Amati, por otro lado, también está viva con modelos como la CX-90, que sin separarse de la marca Mazda ofrecen una experiencia de manejo diferente por componentes como la arquitectura de motor longitudinal o el motor de seis cilindros en línea que, coincidencia o no, genera los mismos 340 hp que se esperaban del V12 de Mazda.
