Si tienes un auto eléctrico, querrás evitar estacionamientos antiguos
Los estacionamientos multinivel antiguos podrían no soportar el sobrepeso de un auto eléctrico, ya que se construyeron para autos más ligeros.
En lo que a autos eléctricos respecta, la adopción en gran escala tiene una serie de conflictos, desde la autonomía que es el más evidente hasta el desgaste de la batería y la falta de infraestructura de carga. Ahora se suma uno más, que viene de la carga adicional que ponen en estructuras antiguas, como los estacionamientos, según expertos.
Algunos estacionamientos multinivel, especialmente los más antiguos, podrían correr el riesgo de colapsarse por el peso adicional de los autos eléctricos y sus baterías.
Ciertos edificios se construyeron hace 50 o 60 años y por ello el consultor e ingeniero estructural Chris Whapples, advierte en The Telegraph que el potencial colapso de algunos de ellos no debe ignorarse.
“No quiero ser alarmista, pero hay definitivamente un riesgo en potencia de que algunos estacionamientos antiguos o en mal estado se colapsen.”
Los eléctricos pesan más, y el agua moja…
Los nuevos vehículos eléctricos son mucho más pesados que el auto de gasolina promedio. El Tesla Model 3 pesa casi 1,700 kilogramos, mientras que un sedán de tamaño similar pero con motor de combustión no pasa de los 1,400 y yendo más allá, un auto de esa misma categoría pero de la década de los sesentas o setentas en la que se construyeron los estacionamientos puede no superar los 800 kg, menos de la mitad.
Si multiplicamos esa diferencia de peso por la cantidad de autos que caben en un estacionamiento así, el peso que debe soportar esa estructura es mucho mayor, ocasionando ese potencial colapso. A eso, hay que sumar que esas construcciones tienen algunos años de pie y que por el paso del tiempo podrían no encontrarse en óptimas condiciones.
Muchas de las estructuras modernas ya se construyen con los nuevos estándares de peso en mente, que es una buena noticia, especialmente si consideramos que muchas de las SUVs de los últimos 20 años, aun sin ser eléctricas, ya podían alcanzar las dos toneladas.