Audi A3 Sedán 40 TFSI Select: A prueba
El Audi A3 es el gran pionero en el segmento de los compactos Premium pero ¿sigue siendo el referente con esta cuarta generación?
El Audi A3 llegó al mercado hace casi tres décadas, tomando la plataforma del Golf para producir un compacto de gama alta. Entonces, el gran acierto fue que supo reinventarse para entregar una experiencia auténticamente premium en una plataforma de volumen como la PQ34 del Golf A4.
La fórmula no ha cambiado, ya que esta cuarta generación de nuevo comparte la estructura básica con los compactos de Volkswagen y SEAT, la ubicua arquitectura MQB, pero prepara especialmente para entregar una experiencia de manejo con la diferenciación necesaria para justificar el gasto extra respecto de un SEAT León o un Volkswagen Jetta.
Premium desde la cabina
El Audi A3 tiene un tacto Premium desde su interior, pues la cabina emplea en su mayor parte, materiales de una apariencia muy superior a la de compactos generalistas, pero especialmente se nota el esmero en los ajustes, con ensambles sólidos que no tienen mucho que pedirle a los de los modelos de gama alta de la marca de los cuatro aros, empezando por coches como un A4 o una Q5.
Vaya, que hasta el diseño es exclusivo y recuerda más al de otros Audi que al de los compactos generalistas con los que está emparentado. Gustan mucho las ventilas de aire para el conductor y también la interfaz, que contempla una pantalla táctil de 10.1 pulgadas de muy buenos gráficos y nitidez, con una respuesta al tacto ejemplar. Se agradece que tenga controles para audio en una suerte de mando circular con opción de cambiar la pista o el volumen.
Eso sí, pierde la retroalimentación háptica de las interfaces en otros autos de Audi y tampoco tiene la segunda pantalla táctil en la parte inferior para los controles del clima, pues estos dependen de unos mandos tradicionales. Nos quedan a deber algunos de los materiales que quedan menos a la mano, como los de la consola o puertas traseras.
Otro punto que se lleva una nota alta es la ergonomía en general, pues la posición de manejo se encuentra fácilmente y es buena para distintas tallas, además de que permite estar sentado por muchas horas manejando sin fatigar, en parte por el ajuste lumbar de cuatro posiciones de serie en este grado de equipamiento.
Hay equipamiento, pero es opcional
En esta variante, que está a un escalón de la S-Line tope de gama, el equipamiento contempla al asistente de estacionamiento trasero, asientos forrados de cuero sintético, cuadro de instrumentos digital o sensor de luz y lluvia, aunque deje como opcionales cosas valiosas como el selector de modos de manejo, el cargador inalámbrico, los sensores delanteros o la cámara de visión trasera, que van de serie hasta el S line.
Por ser solamente un sedán, el volumen de cajuela y la habitabilidad son sumamente buenos, pues una de las grandes virtudes de la arquitectura MQB del Grupo es el aprovechamiento del espacio. Las plazas traseras gozan de un gran espacio para piernas y cabeza, aunque el de hombros no sea tan generoso para tres personas. La cajuela queda en el promedio de un sedán compacto, con 425 l.
Pruebas dinámicas
Probamos la motorización 40 TFSI, compuesta de un 2.0 litros turbo y con inyección directa asociado a una transmisión de doble embrague lubricado con siete relaciones. A diferencia de otras versiones de este mismo motor dentro del Grupo Volkswagen, como el del Jetta GLI, se queda en 190 hp y no llega a los 230 por emplear un ciclo Budack, patentado por el ingeniero del Grupo Volkswagen con ese apellido y orientado más a reducir los consumos que al desempeño, detalle que se nota con los 11.1 km/l en consumo mixto y por unos buenos 9.4 km/l en un ciclo plenamente urbano.
Sin ser explosivo, entregó números muy buenos, acelerando a 100 km/h en 9.1 segundos o recuperando de 80 a 120 km/h en 6.2, de la mano de una caja muy rápida entre cambios y con un nivel de refinamiento ejemplar en situaciones de tráfico pesado que exijan detenerse y arrancar frecuentemente.
Dinámicamente: Pulcro y sin drama
El motor también tiene virtudes más allá de los números de prueba, porque el lag está bien controlado y goza de un medio régimen agradable y contundente, cortesía de las 236 lb-pie de par, aunque sin la respuesta en altas que muchos podrán esperar al tratarse de un motor 2.0 turbo del Grupo Volkswagen, relacionado a coches como el Golf GTI o el propio S3 con 300 hp.
El ejercicio de frenado es otro punto más en el que se hacen evidentes sus modales premium y la diferencia que existe con un Jetta, pues se detuvo desde 100 km/h en 37.2 metros consistentemente luego de las tres frenadas que hacemos con todos los coches que probamos, con un pedal que nunca perdió la firmeza en el tacto, además de por unos neumáticos Pirelli P7 Cinturato con rines de 18 pulgadas de buen agarre, opcionales porque de serie viene con unas más sencillas Nexen NFera de 17 pulgadas.
En el apartado dinámico el Audi A3 sobresale más que en cualquier otro, porque se nota que existe un cuidado especial a cada detalle en el chasis y su puesta a punto. La calidad de marcha es ejemplar para un compacto a pesar de que la suspensión es firme, pero jamás llega a ser tosca o a agitarse demasiado con la mínima imperfección como sí le ocurre al Mercedes Clase A.
En marcha no es necesariamente ágil pero sí rueda muy seguro a velocidades altas, ya que su dirección no responde con inmediatez desde el centro y ello le resta ese nerviosismo de otros compactos de lujo que pretenden ser más deportivos que cualquier otra cosa. Sí nos gustaría un poco más de retroalimentación, pero en curvas el tacto es sumamente preciso, sin dramas.
Audi A3: ¿Premium o no?
El Audi A3 hace evidente su enfoque premium desde sus modales dinámicos, que no se encuentran en ninguno de los Jetta, por ejemplo, así un GLI llegue a ser incluso más rápido. La atención a los detalles, desde el chasis y la marcha hasta el diseño de la cabina lo ponen en otro espectro frente a coches como un Honda Civic o el propio Volkswagen Jetta, aunque con un precio a pagar.
A favor
+ Diseño interior
+ Comportamiento dinámico
+ Comfort y conectividad
Para ser perfecto
– Equipamiento de serie
– Algunos materiales son mejorables
Audi A3 Sedán | |
Motor: | 4 cil. 2.0 turbo; 190 hp y 236 lb-pie |
Transmisión: | Automática doble embrague; 7 velocidades |
Consumo mixto: | 11.1 km/l |
Precios y versiones | |
35 TFSI Dynamic | $654,900 |
35 TFSI Select | $704,900 |
*40 TFSI Select | $754,900 |
40 TFSI S line | $829,900 |
*Versión probada |