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Chirey Arrizo 8: Contacto de manejo

   
Chirey Arrizo 8

El Chirey Arrizo 8 es el primer sedán de la marca en México, luego de casi dos años en el mercado mexicano comercializando únicamente SUVs. Lo curioso es que no participe de lleno en segmentos de gran volumen, como el de los sedanes subcompactos en el que están coches como el Kia K3, Nissan Versa o Mazda2 y tampoco en el de los compactos, en el que también hay superventas como el Volkswagen Jetta, Kia Forte o Mazda3, sino que llega a un segmento de mayor envergadura que cada vez es más de nicho ante la preferencia del público por crossovers y SUVs.

El Arrizo 8 mide 4,757 mm de longitud, a penas 20 mm más que un Jetta, que es uno de los más grandes del segmento inferior. Y tiene sentido, porque es precisamente a este rango al que apunta Chirey con su nuevo producto, aprovechando lo despoblado del segmento mediano para robarle algunos clientes a coches mediano como el Camry o el Accord pero especialmente aprovechándose de su cercanía en precio con coches compactos para participar en una categoría de mayor volumen.

Chirey Arrizo 8

Por 569,900 pesos, el Arrizo 8 ya ofrece un nivel de equipamiento sobresaliente, pues integra cuadro digital y pantalla táctil, cada uno de 10′, techo panorámico, almohadilla de carga para dispositivos móviles, clima electrónico bizona con salidas posteriores, asientos eléctricos con ajuste lumbar de cuatro posiciones, aromaterapia, 10 bolsas de aire y 14 diferentes asistencias a la conducción, entre las que se incluyen la asistencia de permanencia en el carril, control crucero adaptativo y frenado autónomo de emergencia delantero y trasero.

Muchos de estos atributos, como las 10 airbags, las 14 ADAS o la carga inalámbrica son novedades para Chirey en el Arrizo 8 e irán integrándose al resto de la oferta en los siguientes meses.

Chirey Arrizo 8

Chirey Arrizo 8: Habitabilidad, ergonomía y calidad percibida

La cabina del Chirey Arrizo 8 es agradable por algo más que el equipamiento, pues la mezcla de materiales hace que el conjunto sea vistoso, empezando por los plásticos acolchados en el tablero combinados con los paneles que simulan metal. Además, aunque los asientos están forrados en símil de cuero, la textura es auténtica y se agradecen las costuras visibles en color contrastante que los hacen ver más elaborados.

Los paneles de las puertas delanteras también son de tacto suave, aunque en la parte posterior el material es firme y se acompaña de símil de cuero en el descansabrazos. Manejamos un Arrizo 8 con motor 2.0 litros turbo de preproducción que curiosamente, tenía esos mismos paneles posteriores en el mismo material suave que las delanteras, aunque no sabemos si vendrá así a nuestro país.

Otro punto muy positivo es la habitabilidad. Adelante, los asientos dan buen soporte y fatigan poco tras muchos kilómetros al mando; ayuda el soporte lumbar para el conductor, además de que la posición de manejo gusta por el rango en los reglajes del asiento y porque el volante se ajusta en profundidad y no solo en altura como es común en coches de origen chino.

Los mandos tienen un orden lógico, desde la palanca de cambio electrónica hasta la pantalla táctil con una barra inferior para ajustar el clima y los mandos detrás de la palanca con atajos para los modos de manejo y las cámaras, sumando la perilla para subir y bajar el volumen fácilmente o para apagarlo al presionarla.

En la banca trasera, el espacio para piernas es sobresaliente, aun con los asientos delanteros en la posición más retrasada. Se nota que es un sedán mediano por el ancho, pues el espacio para hombros sí es más generoso que en el compacto promedio.

Impresiones de manejo

En este primer contacto al volante del Chirey Arrizo 8, encontramos detalles interesantes, aunque quedamos pendientes de una prueba más extensa con el auto para conocerlo a profundidad y tener datos de prueba de aceleración, recuperación y frenada. El motor de 1.6 litros turbo e inyección directa lo conocemos bien de la Tiggo 8 Pro y aquí está calibrado a 183 hp y 202 lb-pie de par y va asociado a una transmisión automática de doble embrague de siete relaciones, que gusta porque, como en otras aplicaciones, no exhibe muchas de esas asperezas a bajas velocidades que son habituales en este tipo de transmisiones automáticas.

La transmisión está bien relacionada y saca el máximo provecho a cada de uno de esos caballos; en la carretera de Toluca a Valle de Bravo hace adelantamientos con soltura, empujando con especial alegría a medio régimen como es habitual con este tipo de motorización.

No podemos evaluar la marcha del Arrizo 8 porque las llantas estaban calibradas a 50 psi, mucho más alto que lo recomendado, así que lógicamente el coche exhibía cierta brusquedad que no es propia de un sedán así y que estamos seguros venía exclusivamente por la presión de los neumáticos. El tacto de dirección cambia en función del modo de manejo y gana peso a altas velocidades especialmente en ‘Deporte’, pues se siente más desconectada en ‘Normal’ o ‘Eco’.

Para quien busque una versión explosiva, en las siguientes semanas llegará a México una versión con prácticamente el mismo equipamiento pero con motor 2.0 turbo de alrededor de 250 hp y 290 lb-pie ya también manejamos brevemente y que se siente mucho más contundente y, al menos en el que manejamos que aun no tenía la especificación final para México, es más firme y tiene mejor mordida del sistema de frenos.

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