Porsche sigue apostando por los e-Fuels y la planta en Texas que ya fue aprobada reducirá aun más sus precios
La construcción de la planta de e-Fuels más grande del mundo comenzará en 2024 y ayudará a marcas como Porsche a reducir costos.
Tras el éxito de su proyecto piloto en Chile, HIF Global recibió luz verde para construir la instalación de producción de e-Fuels más grande del mundo en Matagorda, en el sur de Texas. La construcción está programada para comenzar en 2024.
HIF Global es una empresa chilena que puso en marcha una instalación piloto en Haru Oni. Los 2,600 litros de e-Fuels que produjo se enviaron a Porsche, para su serie de carreras monomarca en Alemania el año pasado.
“En Texas, estamos llevando los combustibles electrónicos al siguiente nivel de escala comercial, y ahora se nos permite construir la instalación de combustibles electrónicos más grande del mundo, para producir aproximadamente 750 millones de litros por año de envío. Será de combustible y gasolina electrónica”, dijo Meg Gentle, directora ejecutiva de la junta directiva de HIF Global.
La compañía espera poder producir esa cantidad de combustible electrónico para 2027, según hydrogeninsight.com. Para lograrlo, HIF Global necesitará 300,000 toneladas de hidrógeno verde por año y aproximadamente 2 millones de toneladas de “dióxido de carbono reciclado”.
Luego, los ingredientes se combinan para producir 1.4 millones de toneladas de metanol, que se pueden usar en la industria química y como combustible para barcos. Alternativamente, se puede refinar aún más y convertirlo en un combustible electrónico para vehículos de pasajeros.
HIF Global aún no ha revelado de dónde obtendrá el CO2, el hidrógeno o la energía para operar la planta. Pero los desafíos de obtenerlo todo son uno de los puntos de crítica para la industria. La producción de combustibles electrónicos consume mucha energía.
Mientras que el 77% de la electricidad producida por una planta de energía (ya sea renovable o no) va a las ruedas de un EV, solo el 13% de la energía va a la carretera cuando se gasta sintetizando combustibles electrónicos, según Transport and Environment.
Otras alternativas
Los críticos argumentan que la poca energía verde que tenemos se gasta mejor en vehículos eléctricos que en vehículos de combustión. Agregan que los combustibles electrónicos deben gastarse en hacer que las industrias que no pueden volverse eléctricas (transporte marítimo y aéreo de larga distancia) sean más ecológicas, en lugar de vehículos de pasajeros.
El alto costo de la energía también significa que los combustibles electrónicos son caros. El combustible procedente de Haru Oni cuesta unos 200 dólares por galón. Sin embargo, esta planta y sus economías de escala deberían ayudar a reducir los precios.