Volvo se plantea una estrategia con modelos híbridos
Para Volvo el futuro es eléctrico, pero parece que la marca no vería con malos ojos introducir más modelos híbridos a su portafolio. Desde hace un par de años sabemos sobre las intenciones de los “vikingos” para convertirse en una marca de EVs para 2030, pero podría haber cambios en el proceso.
Aunque se mostraron inflexibles en el pasado, parece que las cosas cambiaron para los de Suecia, ya que, según diversos reportes, la marca estaría valorando la posibilidad de introducir más modelos electrificados y, por ende, retrasar el futuro totalmente eléctrico.
En un comunicado reciente de su CEO, se comenta que la transformación eléctrica requiere un poco más de tiempo del esperado. Es por ello que la incorporación de modelos híbridos es una posibilidad en el corto y mediano plazo, pues lo ven como un paso natural previo a una evolución totalmente eléctrica.
Si esto resulta cierto, Volvo se unirá a una tendencia creciente a medida que los fabricantes se apresuran a desarrollar híbridos y PHEV para lanzarlos en los próximos tres años.
Las recientes tendencias indican que los EVs no son la panacea que todo el mundo pensaba, y cada vez son más quienes optan por modelos híbrido regulares y PHEVs, sobre todo en Europa.
La plataforma SPA1, que soporta a todos los Volvo con motor de combustión interna, sigue siendo robusta. Con inversiones en desarrollo y mejoras en la tecnología de baterías, no hay razón para que Volvo no pueda evolucionar esta arquitectura en la próxima década, beneficiándose de su empresa matriz, Geely.
Otro factor para este cambio es el EX30, modelo que presenta fallos en software, principalmente en Reino Unido, donde incluso piden reembolsos. Volvo quiere tomarse el tiempo de hacer desarrollos optimizados y los modelos híbridos como un paso intermedio suena como la solución ideal.