Toyota desarrolla el motor de combustión interna del futuro

Para Toyota, los EVs no son el futuro de la industria automotriz, de hecho, acaban de apostar fuertemente por el motor de combustión interna. Los japoneses desarrollaron una nueva fuente de poder que se puede alimentar de gasolina, biodiésel, combustibles sintéticos y hasta hidrógeno.

Este nuevo sistema es denominado dentro de la marca como un motor de alta eficiencia térmica, lo que lo hace capaz de funcionar con los alimentadores antes mencionados, además, de ser altamente eficientes y ser capaces de combinarse con electrificación y bajar las emisiones de CO2.

La compañía enfrentó el reto de equilibrar la eficiencia térmica, ya que el hidrógeno se quema más rápido y a mayor temperatura que la gasolina. Sin embargo, aplicando las lecciones aprendidas del auto de carreras GR Corolla impulsado por hidrógeno, los ingenieros de Toyota han logrado hacer estos motores aún más eficientes para el uso diario.

En una entrevista con Auto News, el Director de Tecnología, Hiroki Nakajima, comentó que la experiencia de Toyota en el desarrollo del auto de carreras de hidrógeno contribuyó directamente a estos futuros motores de producción.

El motor de combustión interna de nueva generación

Toyota ha logrado un gran avance para este tipo de motor de combustión interna, pues gracias al este avance son alrededor de 10 a 20 por ciento más pequeños que los propulsores tradicionales, además, son más eficientes y potentes.

Por ahora las opciones disponibles de los japoneses incluyen un motor de 1.5 litros con configuraciones turbo y de aspiración natural, así como una versión turboalimentada de 2.0 litros. Los nuevos motores tendrán carreras más cortas y menos torque. Sin embargo, como están diseñados para trabajar junto con un sistema híbrido, los motores eléctricos compensarán cualquier déficit.

Hasta el momento Toyota se reserva las cifras de cada una de estas variantes, pero es probable que los motores empiecen a aparecer a tiempo para las nuevas regulaciones de emisiones Euro 7, que exigen un control de emisiones más estricto para los motores de gasolina.

Una cosa es segura, si la marca más valiosa en el mundo de este rubro afirmó que los eléctricos no eran el futuro es porque tenían este as bajo la manga.